MASC son formas de resolver disputas sin recurrir a un juicio tradicional. En lugar de que un juez imponga una decisión, las partes intentan llegar a un acuerdo de manera más flexible, rápida y económica.
Mecanismos que permiten resolver disputas sin necesidad de acudir a un juicio tradicional. En lugar de que un juez decida, las partes implicadas buscan una solución consensuada o, en algunos casos, decidida por un tercero neutral (como un árbitro), fuera del sistema judicial ordinario.
Un tercero neutral (mediador) ayuda a las partes a comunicarse y alcanzar un acuerdo voluntario. El mediador no impone una decisión.
Parecido a la mediación, pero el conciliador puede sugerir soluciones. Tampoco impone una decisión.
Un árbitro (o tribunal arbitral) escucha a ambas partes y emite una decisión obligatoria, como si fuera un juez, pero fuera de los tribunales.
Las partes dialogan directamente, sin intermediarios, para resolver el conflicto.
Son más rápidos que los juicios.
Cuestan menos dinero.
Son confidenciales.
Permiten mantener relaciones personales o comerciales.
Dan mayor control a las partes sobre la solución.
La ley exige intentar un MASC antes de poder presentar una demanda judicial, especialmente en ciertos tipos de conflictos. Ejemplos:
España: En algunos asuntos civiles o mercantiles, puede exigirse haber intentado mediación antes del juicio (por ejemplo, en procesos de familia o consumo).
Arbitraje multidisciplinar, MEDIACIÓN GENERAL, MEDIACIÓN CIVIL, MEDIACIÓN MERCANTIL, MEDIACIÓN FAMILIAR